sábado, 30 de abril de 2011

Fallece ERNESTO SÁBATO, escritor argentino

Ernesto Sábato tenía 99 años y ha muerto en Buenos Aires (Argentina). Ha sido un escritor de gran prestigio dentro de la literatura escrita en español. Hombre comprometido con su tiempo, muy relacionado con la política de su país. En 1984 se le concedió el premio Cervantes de Literatura  y ha estado propuesto para el Nobel. Sus obras más conocidas son El túnel (de la que hay una versión cinematográfica) y Sobre héroes y tumbas

Desde este blog queremos hacer un pequeño homenaje. Reproducimos el primer capítulo de su novela El túnel. Animamos a todos los amantes de la buena literatura a que lean o relean esta obra:

-I-


bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que ma­tó a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuer­do de todos y que no se necesitan mayores explicaciones so­bre mi persona.
Aunque ni el diablo sabe qué es lo que ha de recordar la gente, ni por qué. En realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizá sea una forma de defensa de la especie humana. La frase "todo tiempo pasado fue me­jor" no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que —felizmente— la gente las echa en el olvido. Desde luego, semejante frase no tiene validez universal; yo, por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los hechos malos y, así, casi podría decir que "todo tiempo pasado fue peor", si no fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado; recuerdo tantas calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas malas acciones, que la memoria es para mí como la temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la vergüenza. ¡Cuántas veces he quedado aplastado durante ho­ras, en un rincón oscuro del taller, después de leer una noticia en la sección policial!. Pero la verdad es que no siempre lo más vergonzoso de la raza humana aparece allí; hasta cierto punto, los criminales son gente más limpia, más inofensiva; esta afirmación no la hago porque yo mismo haya matado a un ser humano: es una honesta y profunda convicción. ¿Un individuo es pernicioso?. Pues se lo liquida y se acabó. Eso es lo que yo llamo una buena acción. Piensen cuánto peor es para la sociedad que ese individuo siga destilando su veneno y que en vez de eliminarlo se quiera contrarrestar su acción recu­rriendo a anónimos, maledicencia y otras bajezas semejantes. En lo que a mí se refiere, debo confesar que ahora lamento no haber aprovechado mejor el tiempo de mi libertad, liquidan­do a seis o siete tipos que conozco.
Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. Bastaría un hecho para probarlo, en todo caso: en un campo de concentración un ex pianista se quejó de hambre y entonces lo obligaron a comerse una rata, pero viva.
No es de eso, sin embargo, de lo que quiero hablar aho­ra; ya diré más adelante, si hay ocasión, algo más sobre este asunto de la rata.

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